Las carnes en su laberinto, con metas cumplidas y pendientes

Referentes de la cadena bovina evaluaron los lineamientos estratégicos, desde la producción al consumo.
La Mesa de las Carnes, con sus distintas organizaciones,desde la producción a la industria, presentó el estado de situación con foco en la producción bovina, pero con la activa participación también de referentes de las cadenas avícolas y porcinas.
Entre otros, por la cadena vacuna estuvieron Dardo Chiesa y José Goyanes, por los avícolas habló Carlos Sinesi, Ernesto “Tito” Lowestein representó a la cadena equina y por los porcinos participaron Daniel Fenoglio y Francisco Do Pico.
La saludable conferencia de prensa, que facilitó un enriquecedor intercambio entre agroindustriales y periodistas, fue posterior a un informe del economista David Miazzo, como seguimiento de las metas planteadas en los últimos años.
Tomando como base el año 2022, queda claro el estancamiento general, con particulares retrocesos en el stock de cabezas, el índice de destete, el peso de faena, el volumen de producción y el consumo.
En ese sentido, los lineamientos estratégicos para la cadena bovina plantean, de cara a 2032, evolucionar de la siguiente manera: de 54,2 a 63,7 millones en el stock de cabezas, de 65,6 a 75% en el índice de destete de terneros por vaca, de 57,7 a 63 kg en cuanto a la productividad carne/stock, de 13,4 a 15,3 millones en cabezas faenadas, de 232 a 275 kg en peso de faena por res.
En cuanto a la producción, aspiran a pasar de 3,1 a 4,2 millones en toneladas (de 2,2 a 2,4 toneladas destinadas al consumo interno y de 892.599 a 1,8 millones en toneladas de exportación). Asumen que es satisfactorio si el consumo por habitante por año se reduce de 48,4 a 48 kilos.
Con esos objetivos, se destacaron como cumplidos 7 puntos:
1.Eliminar prohibición de exportación de cortes
2.Baja DEX (pendiente eliminación total)
3.Eliminar DJEC
4.Desregular mercado de cueros
5.Trazabilidad electrónica (en proceso)
6.Crear figura tipificador
7.Revisar el protocolo de tipificación
En tanto, se considera con alto nivel de avance, en otros 5 aspectos:
1.Profundizar digitalización de trámites administrativos
2.Detectar y trabajar en nuevos mercados
3.Ganancia por tenencia
4.Difusión de la clasificación de la hacienda
5.Promover y difundir la utilización del sistema de tipificación.
Las luces amarillas, se plantean sobre tres ejes considerados prioritarios. El primero es: Políticas para el impulso de la producción: Simplificación burocrática y alivio de la carga tributaria injustificada (Guías municipales Marcas y señales), Revisión de tributos distorsivos (Impuesto sobre los Ingresos Brutos, Impuesto al Valor Agregado(IVA) –Generar mecanismos ágiles para la recuperación del saldo técnico actual de IVA, Alimentos balanceados y subproductos, Servicio de faena, IVA inversión- y Ganancia por tenencia), Amortización acelerada (toros con genética certificada y la implantación de pasturas, en los casos de integración como la aviar, considerar en dicho régimen las inversiones en toda la cadena y Crédito (incentivar el uso del financiamiento con herramientas que contemplen plazos, monto, garantías y tasas acordes a los proyectos de inversión.
El segundo eje es el estándar sanitario nacional, sobre lo cual se plantea el fortalecimiento del SENASA (dijeron que hace falta más gente, en contraste con lo que sugiere desde el Gobierno, quizás con alguna reasignación de recursos que pueda suplir la escasez en algunas áreas), eliminar la clasificación de frigoríficos por capacidad de faena y la definición de un estándar sanitario unificado.
Y como tercer aspecto clave destacan la necesidad de fortalecimiento de los mercados: acceso a mercados de exportación y promoción del consumo interno.
Consultados sobre las perspectivas en un momento en que los valores en dólares de los novillos argentinos están en niveles históricos altos, respondieron que al tratarse de una actividad con inversiones a mediano plazo, el despegue llegaría cuando se vea una consolidación del contexto macroeconómico, con reglas claras y sostenibles. “Los ganaderos han sido castigados durante mucho tiempo y necesitan creer”, dijo Chiesa.
Una vez más surgió en este caso la comparación con Brasil, que “ofrece carne en volumen pero todavía no alcanza la fama de calidad que en el mundo siguen teniendo las reses argentinas y de Estados Unidos”. Se planteó que la oferta de carne en el vecino país “es mayor y más barata”, por los menores costos, especialmente impositivos, y así es más competitivo en todos los mercados. En tanto, “en Argentina el mercado interno, que promedia el 70%, no está dinamizado por falta de poder adquisitivo de la población”.
En ese sentido, Sinesi enfatizó en la implementación de un Super IVA, como funciona en el gigante sudamericano y es factible de instrumentar en nuestro país.
La carne de pollo ha equiparado al consumo de reses vacunas en la Argentina, y entre ambos rubros lideran la provisión de 115 kilos de proteínas animales, en promedio, por habitante por año.La carne de pollo ha equiparado al consumo de reses vacunas en la Argentina, y entre ambos rubros lideran la provisión de 115 kilos de proteínas animales, en promedio, por habitante por año.
En un contexto de 115 kg por habitante por año de proteínas animales consumidas por los argentinos, se subrayó que la oferta es abundante, liderada por bovinos y avícolas y con un crecimiento sostenido de porcinos -ultimamente más en chacinados que en frescos, aunque este rubro se sostiene en 14 kg anuales per capita-, más las posibilidades no explotadas en ovinos y pescados.
Respecto del debate actual sobre los organismos del Estado, coincidieron en que en el Senasa “no hay personal suficiente”, para efectuar los controles que le corresponden como ente fiscalizador. En cuanto a los institutos de investigación y extensionismo, como el INTA y el INTI, destacaron que “cuando se requieren servicios en general responden bien”, pero “los mejores recursos se suelen ir al exterior o a empresas privadas”.
Con todo, plantearon con énfasis que la Argentina tiene un potencial enorme como proveedor de proteínas cárnicas tanto para el mercado interno como para el resto del mundo. Lowestein afirmó que “en 5-10 años va a faltar carne, y está convencido de que “se valora especialmente la calidad argentina de estos productos, que todavía no han aprovechado a pleno sus oportunidades cuantitativas”.
FUENTE: Clarín Rural