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La trazabilidad electrónica llega al campo

A partir del 1 de enero de 2026 será obligatoria en la Argentina la identificación electrónica del ganado bovino. El objetivo es fortalecer la trazabilidad sanitaria y comercial del rodeo. Villanueva, distribuidor oficial de Allflex, lidera el proceso con más de 50% del mercado y amplia cobertura nacional.
Brand Studio para Villanueva

La ganadería argentina inicia una nueva etapa con la implementación del Sistema Nacional de Identificación Electrónica de Animales (SNIEA), establecido por la Resolución 530/2025 del SENASA.

A partir del 1° de enero de 2026, todos los bovinos, bubalinos y cérvidos deberán estar identificados con un binomio electrónico obligatorio, compuesto por una caravana visual y un dispositivo RFID, ya sea tipo botón, bolo ruminal o transpondedor inyectable.

Villanueva lidera la distribución de caravanas alcanzando más del 50% de participación en el mercado nacional. Su alianza con Allflex, referente global en identificación animal, la posiciona como proveedor clave en la etapa más crítica del proceso: garantizar stock, distribución y soporte técnico en todo el país.

“El camino está trazado por la regulación, pero nosotros ya estábamos listos”, señala Alfonso Cebral, gerente de la Unidad Ganadera de Villanueva. Y añade: “A través de nuestra red de distribución de más de 2.000 veterinarias en todo el país podemos garantizar la disponibilidad del binomio oficial exigido por SENASA y acompañar la transición hacia rodeos más productivos y competitivos”. Para la compañía, la obligatoriedad no representa un costo, sino una inversión productiva: “La trazabilidad electrónica eleva el estándar de nuestra ganadería, mejora la eficiencia y abre puertas a nuevos mercados de exportación”, explica.La trazabilidad electrónica eleva el estándar de la ganadería, mejora la eficiencia y abre puertas a nuevos mercados.La trazabilidad electrónica eleva el estándar de la ganadería, mejora la eficiencia y abre puertas a nuevos mercados.

Más allá de los dispositivos, Villanueva ofrece un ecosistema integral que incluye lectores portátiles, sistema de pesaje y software de gestión preparado para transformar cada lectura en información productiva.

En este punto, Juan Manuel Ortíz, líder de Desarrollo de Negocios, suma una visión clave sobre el impacto de la caravana electrónica en la gestión del rodeo: “El cambio permitirá a los productores identificar variables en su producción que no son perceptibles a simple vista, analizar rendimientos, segmentar proveedores y seleccionar animales según su eficiencia de conversión, tasas de preñez y otros datos relevantes”, comenta. Al tiempo que agrega: “Este enfoque transformará en datos todos los procesos relacionados con los animales, por eso representa una oportunidad para elevar la calidad en la gestión de todos los rodeos, sin importar el tipo de producción ni el lugar que ocupen en la cadena”, dijo

Los beneficios del caravaneo electrónico, según los veterinarios

Mauro Amin, Veterinario de Buena Esperanza, San Luis al sur de Villa Mercedes trabaja en un área netamente dedicada a la ganadería de cría, con campos de hasta 10 mil vientres. “Al momento, un 15% de nuestros clientes ya están usando las caravanas electrónicas”, asegura. Y si bien reconoce que “hay buen ritmo de consultas, pero aún falta que muchos tomen la decisión”, está convencido de que los beneficios hablarán por sí solos: “Tendrán registros desde que el ternero nace, podrán identificar a sus padres, el peso de nacimiento, de destete, y hacer un seguimiento permanente; y para los que hacen ciclo completo y recría a campo, podrán llevar control de ganancia de peso, todo lo que es determinante para el negocio”, subraya.

En cuanto a la provisión a campo de los dispositivos en enero, no duda: “En nuestro caso están dadas las condiciones para cumplir en tiempo y forma con el abastecimiento. En una semana recibo los pedidos sin problema”, aseguró el veterinario que trabaja con Villanueva desde hace más de una década.

Lejos de los campos puntanos, pero con la misma realidad, el médico veterinario Luciano Farisano de Ranchos en Provincia de Buenos Aires, integra un equipo de 4 veterinarios y 2 agrónomos que asisten a 140 clientes y unos 15.000 vientres en total. Los productores de la zona tienen alrededor de 170 vientres promedio, en campos netamente de cría.

“Veo una tecnología espectacular que le va a dar muchos beneficios a los productores”, señala, aunque puntualiza que los ganaderos chicos suelen ser conservadores al momento de sumar tecnología. Sin embargo, reconoce que entre sus clientes “hay un pico de la pirámide, entre un 5 y 10% de ganaderos que son los que van adelante y ya adoptaron el binomio. Luego viene el grupo del medio que copia tarde y finalmente la base, que puede no estar convencida, pero que deberá adoptarla por obligatoriedad”, describió.El esquema de trazabilidad apunta a fortalecer los controles sanitarios y comerciales, mejorar los registros de movimiento animal y alinear a Argentina con los estándares internacionales.El esquema de trazabilidad apunta a fortalecer los controles sanitarios y comerciales, mejorar los registros de movimiento animal y alinear a Argentina con los estándares internacionales.

Entre los beneficios para el negocio cree que “permitirá hacer gestión de los rodeos, evaluar los vientres más rentables, y apuntar a un sinfín de mejoras”, detalló.

En tanto, Federico Bocchio, veterinario en General Acha, La Pampa, tiene amplia experiencia en la inseminación artificial a tiempo fijo a la que se dedica desde 2011. Insemina entre 8500 y 9000 vacas al año y asegura que “siempre se hizo muy tediosa la toma de datos manuales con la caravana tradicional”, lo que los llevó a implementar tempranamente la caravana electrónica. “Tengo, más o menos, el 30% de mis clientes usando los dispositivos; algunos en el 100% de sus rodeos, y otros ya han comenzado con la reposició n, con la vaquillona que entró a servicio ahora. Los productores están entusiasmados. Veo importante que, a medida que pase el tiempo, podrán capitalizar esta tecnología. El gran desafío para los veterinarios hoy es recolectar datos, procesarlos y devolverlos al productor para que tomen mejores decisiones con su rodeo”, completó.

Qué dice el calendario oficial: fechas clave de la implementación

El esquema de trazabilidad apunta a fortalecer los controles sanitarios y comerciales, mejorar los registros de movimiento animal y alinear a Argentina con los estándares internacionales de inocuidad, exportación y bioseguridad. La norma se integra con las plataformas SIGSA y SIGBIOTRAZA, que permiten cargar datos directamente desde el campo, sin trámites presenciales.

El calendario definido por SENASA establece:

– Hasta el 30 de noviembre de 2025: se permite la comercialización de caravanas visuales tradicionales y podrán ser declaradas hasta el 31 de diciembre de 2025 ante SENASA

– Desde el 1° de diciembre de 2025: sólo podrán comercializarse dispositivos con componente electrónico.

– Desde el 1° de enero de 2026: La categoría ternero, deberá contar con identificación electrónica al destete o antes del primero movimiento.

Una oportunidad para modernizar, exportar y ganar eficiencia

Aunque la norma es obligatoria, el sector la interpreta como una plataforma para mejorar la competitividad. La trazabilidad electrónica permitirá garantizar origen, reforzar la sanidad y cumplir con los requisitos de mercados como Unión Europea, China, Japón y Corea del Sur.

“La obligatoriedad de la identificación electrónica para el ganado bovino llega en un momento de fuerte recambio tecnológico en el campo, con productores, veterinarios e ingenieros jóvenes que impulsan una gestión más eficiente basada en datos”, señala Alfonso Cebral de Villanueva, y concluye: “La trazabilidad ya no es un debate, es una condición para seguir creciendo. Es un salto tecnológico que eleva el estándar sanitario y nos posiciona mejor frente al mundo”.

FUENTE: Clarín