La geopolítica de la carne, entre acuerdos, restricciones y nuevas estrategias sanitarias

China reabre parcialmente su mercado a Estados Unidos, pero deja afuera a la carne vacuna. Mientras tanto, Paraguay avanza hacia un nuevo estatus sanitario y Australia rompe récords de exportación.
En un escenario de reacomodamientos geopolíticos y sanitarios, el comercio global de carne vacuna atraviesa una etapa de definiciones.
China, principal comprador mundial, retomó el diálogo con Estados Unidos y autorizó nuevas exportaciones, aunque mantiene restricciones a la carne de res. Al mismo tiempo, países como Paraguay y Australia transitan caminos opuestos: mientras uno se prepara para abandonar la vacunación contra la aftosa, el otro consolida sus exportaciones. Nueva Zelanda, por su parte, aguarda con cautela el resultado de una investigación que podría impactar su presencia en el mercado chino.
Tras el reciente restablecimiento del marco de entendimiento entre China y Estados Unidos en Ginebra, el gigante asiático habilitó la exportación de productos cárnicos desde 106 plantas norteamericanas: 23 de cerdo y 83 avícolas. Sin embargo, la carne de res quedó fuera del acuerdo. Los registros de unas 350 plantas habilitadas permanecen “vencidos” desde marzo, lo que limita seriamente las ventas estadounidenses en un mercado clave.
Paraguay anunció formalmente su decisión de dejar de vacunar contra la fiebre aftosa a partir de 2027. El presidente del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (SENACSA), José Carlos Martín, confirmó que el último ciclo de vacunación se realizará en 2026, y que ya se trabaja en la documentación sanitaria que será presentada ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) en 2028, con el objetivo de lograr el estatus de “país libre sin vacunación”.
En Nueva Zelanda, la Asociación de la Industria de la Carne expresó su esperanza de no verse afectada por la revisión que China realiza sobre sus importaciones de carne vacuna. Nathan Guy, presidente de la entidad, aseguró que las visitas recientes de funcionarios chinos a plantas procesadoras fueron positivas y afirmó que “la carne neozelandesa no representa una amenaza” para la producción local del país asiático. El sector confía en mantener su acceso al mercado.
FUENTE: Agritotal