En diez años, ¿cuánto cayó el consumo de carne vacuna en Argentina?

El promedio por habitante fue de 57,1 kilos en el año, el segundo más bajo desde 2002 y más de diez kilos por debajo de una década atrás.

El consumo interno de carne vacuna finalizó el 2016 con una caída del 4,1 por ciento en relación al año anterior, ubicándose en 57,1 kilos por habitante por año, 2,5 kilos por debajo de 2015.

Así lo asegura la Cámara de la Industria de Comercio de Carne y Derivados (Ciccra), que calcula que el consumo interno representó el 91,8 por ciento de la producción total de carne del año pasado, que fue de 2,66 millones de toneladas res con hueso. Es decir, que los argentinos consumieron 2,44 millones de toneladas en total.

Por el tobogán

El consumo interno por habitante se ubica así en uno de los valores más bajos de la historia: desde 2002, sólo hay un año con peor indicador, que es 2011, con 55,1 kilos por habitante.

La serie histórica es una muestra clara de cuánto impactaron las medidas de intervención tomadas por el kirchnerismo y que perjudicaron la actividad: al reducirse fuertemente el stock de novillos, cada argentino, en promedio, dejó de consumir diez kilos al año en la última década. 

Sustitutos

De la mano de la caída del consumo de carne vacuna, en los últimos años ha tenido un fuerte incremento la demanda de sustitutos: específicamente, pollo y cerdo, de costo más económico que los derivados bovinos.

Durante el último año, según Ciccra, las carnes aviares fueron las que más subieron en promedio (44,5 por ciento), seguidas por las vacunas (40,8 por ciento). Las porcinas, en cambio, aumentaron 25,2 por ciento. 

Esto, a pesar de que entre noviembre y diciembre del año pasado, los productores aviares y porcinos se ajustaron en torno al 2,5 por ciento, mientras que los vacunos crecieron por debajo del 1 por ciento. 

FUENTE: Agrovoz