EE.UU. sube el arancel a la carne de Brasil y enciende alertas en el mercado argentino

El presidente Donald Trump elevó a 50% el arancel para varios productos importados desde Brasil, incluida la carne. Esta decisión sorprendió a los mercados y generó preocupación en el sector exportador argentino. El nuevo esquema combina un arancel adicional del 40% con el mínimo vigente del 10%, lo que impone un fuerte obstáculo para las exportaciones brasileñas hacia Estados Unidos.
La medida se anunció en un contexto de tensión comercial creciente entre Washington y Brasilia. Según analistas, este cambio no implica automáticamente una ventaja para la Argentina, ya que podría intensificarse la competencia en mercados alternativos, especialmente en China. Actualmente, ambos países disputan ese mercado, el más importante a nivel mundial para las exportaciones de carne.
En Estados Unidos, Brasil comparte una cuota de importación de 65.005 toneladas con Paraguay, Japón, Irlanda y otros países. Esa cuota permite acceder al mercado estadounidense bajo condiciones arancelarias preferenciales. A principios de julio, la Aduana de EE.UU. indicó que esa cuota ya se encontraba ocupada en un 99,88%.
Por fuera de esa cuota, Brasil ya pagaba un arancel del 26,4%, igual que la Argentina. Con esta modificación, ese número trepó al 76,4%, lo que, según los expertos, torna inviable el negocio.
Argentina y Uruguay poseen cuotas individuales de 20.000 toneladas anuales. Dentro de esas cuotas, los exportadores tributan solo el arancel mínimo del 10%, más un cargo adicional de 44 dólares por tonelada. Sin embargo, fuera de la cuota, la Argentina debe afrontar un 36,4% de arancel, resultado de sumar el 10% base al 26,4% adicional.
Australia lidera el acceso al mercado estadounidense con una cuota de 378.214 toneladas, seguida por Nueva Zelanda con 213.402. Aunque los exportadores argentinos esperan ampliar sus volúmenes, las perspectivas son cautas. Según fuentes del sector, una eventual reducción arancelaria o una nueva cuota bilateral podrían representar una vía de alivio. En los próximos días, podría haber novedades.
Miguel Jairala, analista económico del Consorcio de Exportadores de Carnes ABC, explicó los nuevos porcentajes. “Ahora las cuotas llevan el arancel recíproco específico de cada país y fuera de las cuotas es 26,4% más el mencionado arancel”, señaló. Según precisó, desde el 7 de agosto, Brasil pagará un 50% en cuota y 76,4% fuera de cuota. En este nuevo escenario, Canadá podría capitalizar la situación y aumentar sus envíos hacia EE.UU.
Brasil, ante la imposibilidad de colocar carne en EE.UU., buscará nuevos destinos. “Seguramente Brasil quiera colocar ese excedente en China o en otros mercados de Asia o del Norte de África”, estimó Jairala. Para la Argentina, la clave estará en cómo se redistribuyan los envíos hacia el gigante asiático.
Aunque todavía no se definió un posible cambio arancelario para los productos argentinos, el clima de incertidumbre preocupa al sector exportador. “El comercio se frena cuando se imponen medidas de este tipo”, aseguró un empresario que pidió anonimato. “Ya hay antecedentes: cuando entra en vigencia un arancel tan alto, directamente desaparecen las operaciones”, agregó.
El envío de carne brasileña hacia otros destinos también podría distorsionar los mercados alternativos. A este panorama se suma un problema sanitario en Estados Unidos: la suspensión del ingreso de terneros vivos desde México. El país importaba 1,6 millones de terneros por año. La medida responde al resurgimiento del gusano barrenador, una plaga que EE.UU. había erradicado en 1966, pero volvió a detectarse en territorio mexicano.
La enfermedad, provocada por una mosca que deposita huevos en el ganado, representa una amenaza seria. Esta situación agrava la escasez de carne en el mercado estadounidense y podría abrir oportunidades, aunque limitadas, para otros países proveedores.
Respecto de China, las fuentes advirtieron que una mayor presencia de carne brasileña podría desplazar el flujo desde Argentina. Aunque no se espera un impacto inmediato, el reordenamiento global de flujos comerciales ya comenzó. “El problema no es solo comercial, sino geopolítico”, sostuvo un experto del sector. Para él, no se trata de una guerra arancelaria, sino de una pulseada entre Trump y Lula da Silva.
En este contexto, la hacienda en EE.UU. ya duplicó el valor de la argentina, lo que refuerza la presión sobre los precios internacionales. Por ahora, no existe una definición clara sobre el tratamiento arancelario que recibirá la carne argentina. Aunque el país figura en una lista preferencial como un gesto hacia el gobierno de Javier Milei, no hay confirmaciones oficiales.
Mientras tanto, el riesgo de que el excedente brasileño compita directamente con la Argentina en mercados clave, como China, se mantiene como una de las principales preocupaciones para los exportadores locales.
FUENTE: Canal 12