EE.UU. quiere reducir las importaciones y fortalecer la producción nacional de carne vacuna
Durante una entrevista exclusiva con CNBC, la Secretaria de Agricultura de EE. UU., Brooke Rollins, abordó enfáticamente los desafíos que enfrenta la industria de carne de res del país y la urgente necesidad de “onshoring” (el regreso de la producción y el procesamiento de carne a suelo estadounidense).
Rollins destacó que, en los últimos diez años, aproximadamente el 17% de los productores ganaderos norteamericanos han cesado sus operaciones, lo que representa aproximadamente 150.000 explotaciones ganaderas menos en el país. Según ella, esta reducción es consecuencia directa de la consolidación de la industria y la transferencia de parte de la producción y el procesamiento al extranjero, en particular a empresas brasileñas y chinas.
“Hemos estado hablando mucho sobre la relocalización y la relocalización de la industria manufacturera. Ahora es el momento de hacer lo mismo con nuestros productores de carne. Necesitamos traer esta producción de vuelta al país”, dijo Rollins.
Crisis de precios y medidas de emergencia
Al ser consultado sobre el importante aumento de los precios de la carne vacuna y la posibilidad de importar carne desde Argentina, Rollins confirmó que el tema se está discutiendo, pero indicó que sería una medida específica, restringida y sujeta a estrictos controles sanitarios.
Actualmente, Estados Unidos consume alrededor de 12 millones de toneladas métricas de carne de res al año, de las cuales 10 millones se producen localmente. El resto se importa para satisfacer la demanda, principalmente carne molida y cortes industriales.
“El presidente se compromete a reducir los precios de los alimentos, pero sin comprometer nuestra seguridad alimentaria. También estamos atentos a riesgos como la fiebre aftosa y los parásitos de otros países”, advirtió el secretario.
Rollins también anunció que el gobierno lanzará un paquete de incentivos para impulsar nuevas empresas ganaderas, incluyendo un acceso más fácil a la tierra, apoyo para el establecimiento de plantas empacadoras de carne regionales y medidas crediticias dirigidas a pequeños y medianos productores. Se espera que el anuncio oficial se haga en los próximos días.
El prestigio de la carne de res regresa a la dieta estadounidense
La secretaria también vinculó el futuro de la industria cárnica con la revisión de las directrices dietéticas oficiales. Según ella, existe un movimiento dentro del gobierno y las instituciones sanitarias para reevaluar el papel de las grasas saturadas en la dieta, reconociendo el valor nutricional de la carne de res y otras proteínas animales.
“Estamos avanzando hacia una nueva comprensión del papel de las proteínas y las grasas saturadas. Esto es sumamente positivo para la industria de la carne, las aves y el cerdo”, afirmó Rollins.
La soberanía alimentaria y el futuro de la agricultura estadounidense
A lo largo de la entrevista, Rollins argumentó que la reestructuración de la cadena de suministro de carne no es sólo una cuestión económica, sino también una cuestión de seguridad nacional.
“No se trata solo de nuestros productores. Se trata de garantizar que Estados Unidos pueda alimentarse con sus propios recursos”, dijo.
La entrevista completa con Brooke Rollins refuerza la narrativa estratégica del gobierno de Estados Unidos: reconstruir la base de producción de carne vacuna, reducir las dependencias externas y reposicionar al país como líder mundial no sólo en exportaciones de granos sino también en la producción sustentable y competitiva de proteína animal.
FUENTE: CNBC