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Carne brasileña, un negocio global de US$13 mil millones

Las exportaciones brasileñas de carne vacuna, con valores muy cercanos a los US$ 13 mil millones en 2024, tienen palancas claras: el país es líder mundial en esta proteína, ha experimentado una transformación tecnológica e innovadora del campo al plato en las últimas décadas y, lo más importante, hay una creciente demanda de los mercados internos y globales. “Nuestro trabajo es garantizar que la carne brasileña sea reconocida mundialmente por su calidad y competitividad”, afirma el presidente de la Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carne (Abiec).

Roberto Serroni Perosa, de 46 años, fue elegido en diciembre para dirigir la entidad que reúne a 46 grupos exportadores brasileños, responsables del 98% de las ventas externas. Abiec está formada por nombres como JBS, Marfrig, Minerva, Frigol, Plena, Frisa, Prima, Barra Mansa, Argus, entre otras empresas. Para él, el negocio “es promover la carne brasileña, abrir mercados y garantizar que la industria mantenga su papel destacado en el comercio global”.

Brasil logró abrir 344 nuevos mercados, una tarea colocada como prioritaria por el actual titular de la cartera en el Ministerio de Agricultura y Ganadería, Carlos Fávaro, en la presentación de las misiones para los años 2025 y 2026. Se trata del caso de Japón, un mercado de alto valor agregado. En mayo del año pasado, el país llevó a cabo una misión de cuatro días centrada en las exportaciones. El último había ocurrido en 2019. La semana pasada, una misión estuvo nuevamente en Japón, incluyendo en el grupo al presidente Luis Inácio Lula da Silva. 

“Respecto a la apertura del mercado japonés a la carne brasileña, ya tenemos avances planificados a partir de este viaje”, afirmó Fávaro. Además, estamos a punto de recibir, de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMS), el certificado que reconoce todo el territorio brasileño como libre de fiebre aftosa sin vacunación, un requisito fundamental de Japón. Este reconocimiento deberá ocurrir en mayo y, con la visita de los expertos japoneses, estaremos dando un paso decisivo hacia la apertura del mercado japonés a la carne brasileña”.

No es casualidad que Perosa estuviera allí en ambas misiones, pero en posiciones separadas. Cuando se hizo cargo de Abiec. Dijo que entre sus tareas inmediatas está la apertura de tres oficinas internacionales en mercados estratégicos como China, EE.UU. y Europa, las primeras de la entidad en el exterior y que hoy son los principales clientes del país. Para él, es un paso estratégico. “Abrir mercados es sólo el comienzo; consolidar y mantener las relaciones comerciales es el verdadero desafío”, afirma.

No le falta experiencia. El ejecutivo, por cierto, dejó en octubre del año pasado uno de los cargos más estratégicos hoy en el Ministerio de Agricultura y Ganadería (Mapa): la prospección de nuevos mercados para los productos brasileños. Su manual establece que esa entrada en los mercados internacionales exige esfuerzos continuos, tarea de alianzas para que los productos brasileños entren en la agenda del país, logrando algo duradero.

Por ello, Perosa destaca el esfuerzo por abrir nuevos mercados –no sólo de carne– durante sus 21 meses en Mapa. Como una especie de vendedor ambulante, durante su gestión en la Secretaría
de Comercio y Relaciones Internacionales se abrieron alrededor de 250 nuevos mercados para los productos agrícolas .

“Elegimos agregados agrícolas con vocación negociadora y visión comercial, no sólo técnica”, afirma. En noviembre, Mapa amplió su equipo a 40 agregados; Había 29 en el momento de Perosa. Son ellos quienes monitorean los mercados en el exterior, investigan posibilidades y tienden puentes para las aperturas, que en 2024 deben estar cerca de los 300 productos agregados.

En el caso de la carne de vacuno, Perosa afirma que “Brasil necesita acceder a mercados como Japón, Corea del Sur y Vietnam, que representan el 30% de la demanda mundial de proteína de carne de vacuno”. En 2024, en volumen, hasta noviembre, se enviaron 2,6 millones de toneladas a unos 150 países.

FUENTE: Forbes