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Cambios en la lucha contra la aftosa: menos aplicaciones y ojos puestos en lo que hace la región

El Senasa dispuso que a partir de 2026 se dejarán de inocular vaquillonas, novillos, novillitos y toritos, en la segunda campaña anual. También cambiarán la vacunación en los feedlots. Afirman que la medida, consensuada con el sector, asegura mantener la inmunidad y los mercados abiertos. La palabra de “Pilu” Giraudo. La necesidad de un debate público.

A través de la Resolución 711/2025, publicada esta semana en el boletín oficial, el Senasa modificó el esquema de vacunación contra la fiebre aftosa. Los cambios, que entrarán en vigor en 2026, tienen como objetivo “reducir costos para los productores sin comprometer la sanidad animal ni el comercio internacional”, afirmaron desde la secretaría de Agricultura.

Según la norma, en la segunda campaña de vacunación del próximo año se dejarán de inocular vaquillonas, novillos, novillitos y toritos. Esto significa el ahorro de unas 14 millones de dosis.

Además, los establecimientos de engorde a corral quedarán exceptuados de la primera campaña, debiendo vacunar solo en la segunda, lo que implica una reducción de casi 2 millones de dosis adicionales.

“En total, la medida permitirá disminuir 16 millones de dosis, traduciendo el ahorro total para el sector productivo en unos 25 millones de dólares”, evaluó la cartera agropecuaria.

“La iniciativa también ofrece beneficios adicionales, como menor estrés para los animales, evitando pérdida de peso y reproductiva, así como reducción de mermas en los frigoríficos”, agregó.

En tanto, el Senasa aclaró que la adecuación no compromete la inmunidad, ya que después de la segunda vacunación se garantiza protección por un año. Además, la reducción de dosis se alinea con las prácticas de otros países de la región, que actualmente vacunan contra la aftosa, como Uruguay y Paraguay, planteó.

A su vez, como parte de la modernización del sistema, se implementará un nuevo modelo de acta de vacunación integrado al Sistema de Gestión Sanitaria (SIGSA), con un registro digital disponible a través de la SIGSA App, adelantó la Secretaría.

Una medida que se hizo esperar

El cambio en el sistema de vacunación era reclamado desde hace tiempo por gran parte del ecosistema ganadero. De hecho, en junio de 2024, el entonces vicepresidente del Senasa, Sergio Roberts, contó los detalles de cómo sería el nuevo esquema a implementar, lo que finalmente se descartó dos meses después con su repentino desplazamiento.

¿Qué cambio para avanzar ahora? “La nueva estrategia se venía consensuando entre todas las partes involucradas desde hace bastante tiempo”, explicó la flamante presidenta del Senasa, Beatriz “Pilu” Giraudo”, en diálogo con Radio La Red.

En ese sentido, señaló que por ser “una medida tremendamente delicada desde el punto de vista de la habilitación de los mercados de exportación”, se necesitó lograr la combinación entre “controlar el riesgo, tener la tranquilidad de la evidencia científica y el consenso entre todas las partes involucradas”.

Además, resaltó que esta decisión va en línea con otras como los cambios en la barrera patagónica.

¿La Argentina se encamina a dejar de vacunar? Aunque la titular del Senasa descartó que eso vaya a suceder por lo pronto, afirmó que se está “haciendo un análisis y un seguimiento permanente de lo que están haciendo Bolivia y Brasil, que dejaron de vacunar”.

En ese contexto, aclaró que “si bien el año que viene se van a cumplir 20 años sin focos ni circulación viral”, se va a continuar “con el régimen de auditorías que se están haciendo y todas las pruebas exhaustivas de control” y viendo “cómo nuestros países limítrofes avanzan con estas decisiones”. En tanto, resaltó que cualquier avance “se va a hacer paso a paso”.

Por último, adelantó que se espera que pronto Chile de el visto bueno de la auditoría que acaba de realizar en la Patagonia para, así, reiniciar el comercio de carne con ese país.

La ausencia de un debate público

En opinión de Valor Carne, la medida fue anunciada por el Ministro de Economía, fundada en cuestiones meramente económicas, de ahorro para el sector productor.

No es un tema menor pero, claramente, no es el único relevante.

Habría sido más tranquilizador que el anuncio hubiera sido precedido por un debate con participación de los numerosos especialistas de diversas entidades, públicas, cientīficas, del campo, la industria frigorífica y veterinaria y de los interesados en importar la vacuna.

Si bien la medida no se tomó como de aplicación inmediata, sino que regirá recién dentro de un año, se trata de un debate que nos debemos, ya que el fracaso de la interrupción de la vacunación, aunque fue hace más de 25 años, todavía se hace sentir en el sector.

FUENTE: Valor Carne