La ganadería cierra 2025 con demanda firme y una oferta que no alcanza
De acuerdo con el último Reporte de Actualidad Agro CREA, la ganadería argentina llega al cierre de 2025 en un escenario atravesado por una demanda de carne que se mantiene activa y abre oportunidades en el mercado internacional.
Sin embargo, este contexto favorable convive con una oferta limitada por la falta de stock y un entorno financiero que continúa condicionando las decisiones productivas.
Uno de los indicadores clave que analiza el informe es el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral de la carne bovina. El cual mostró una recuperación en los últimos meses luego de haber alcanzado un mínimo de 132 puntos durante el primer trimestre del año. Aun así, permanece por debajo del promedio histórico de 177 puntos correspondiente al período 2019-2025, lo que refleja que la competitividad cambiaria del sector mejoró, pero sigue siendo acotada.
Esta mejora parcial permitió a los frigoríficos exportadores compensar parte del encarecimiento del novillo pesado en el mercado local. Medido en dólares, el valor del animal argentino se ubicó por encima de los precios registrados en países competidores como Brasil y Uruguay, una situación que presiona los márgenes y obliga a replantear estrategias comerciales.
El mercado internacional muestra señales positivas
Durante los últimos meses, Estados Unidos eliminó el arancel del 10% que regía sobre la carne vacuna importada, lo que devolvió competitividad al cupo argentino de 20.000 toneladas anuales, que volvió a tributar un arancel preferencial de apenas 40 dólares por tonelada (por fuera de ese cupo, el arancel se mantiene en 26,4%).
Además, continúa la negociación bilateral para ampliar el volumen habilitado hasta 80.000 toneladas, una posibilidad que podría mejorar de manera significativa el perfil exportador del sector.
Por su parte, Israel se consolida como un destino estratégico para la carne argentina en 2025, ya que se posiciona como el segundo mayor comprador. Esto se debe a su participación cercana al 10% de las ventas totales y un incremento interanual de facturación del 47%. Este crecimiento estuvo impulsado por la fuerte demanda de carne kosher, que alcanzó valores excepcionalmente altos.
En contraste, el escenario con China aparece cargado de incertidumbre, ya que el país asiático extendió la investigación de salvaguardia sobre carne importada hasta el próximo 26 de enero, aludiendo a un posible daño para su industria local.
Esta situación genera preocupación entre los proveedores sudamericanos y agrega volatilidad al principal mercado de exportación del complejo cárnico argentino.
Carne argentina para consumidores argentinos
En el mercado interno, el consumo aparente de proteína animal se mantiene elevado y rondaría los 120 kilos per cápita durante 2025. No obstante, la participación de la carne vacuna continúa cayendo de manera estructural. El informe estima un consumo de 49 kilos de carne bovina por habitante, frente a 52 kilos de carne aviar y 19 kilos de carne porcina, una tendencia explicada por el factor precio y por cambios en los hábitos de consumo de los argentinos.
A pesar de las señales favorables del lado de la demanda, el reporte advierte sobre una problemática estructural en la oferta. En los últimos años, la tasa de extracción de hembras se ubicó por encima del 20%, el umbral que marca el equilibrio del rodeo. Esta dinámica de liquidación de vientres impide recomponer el stock bovino y se vincula tanto a necesidades de liquidez como a un contexto financiero poco favorable para la actividad, que desalienta la retención de animales.
El acceso al crédito: un problema de raíz
El financiamiento al sector ganadero, medido tanto en pesos como en dólares, se encuentra muy por debajo de los niveles alcanzados entre 2013 y 2017, cuando superaba los 1.500 millones de dólares.
Con este nivel de crédito disponible, resulta difícil estirar los ciclos productivos, financiar recrías más largas y acompañar con mayor oferta las oportunidades que ofrece el mercado.
En cuanto a los precios, hacia fines de 2025 los valores de la hacienda muestran niveles atractivos. El novillito de 260 a 300 kilos para invernada se ubica en torno a los 3,57 dólares por kilo, mientras que el novillo pesado de exportación ronda los 3,08 dólares y el novillito liviano alcanza los 3,01 dólares.
Estos valores refuerzan la estrategia de sumar kilos al animal para diluir los costos de una recría cara y una relación de compra y venta desfavorable.
La última Encuesta SEA CREA refleja, además, una mejora gradual en la percepción sobre el momento para invertir. Luego de dos años con balances negativos, el neto de respuestas entre quienes consideran que es un buen o mal momento para invertir mostró en noviembre un leve saldo positivo del 6%. No obstante, el informe aclara que este optimismo sigue siendo frágil y está fuertemente condicionado a la evolución de las tasas de interés y a una mejora en las condiciones de financiamiento.
El diagnóstico de CREA deja en claro que la ganadería argentina enfrenta una coyuntura de oportunidades incompletas.
Si bien la demanda y los precios ofrecen incentivos concretos, la falta de stock y el escaso acceso al crédito limitan la capacidad de respuesta del sistema productivo. Sin cambios que permitan recomponer el rodeo y financiar procesos de mediano y largo plazo, el sector corre el riesgo de no capitalizar un contexto que desde lo comercial muestra señales favorables.
FUENTE: Revista Chacra