¿Cómo podría China influir en los precios de la carne en Brasil en 2026?
La incógnita en el mercado ganadero para 2026 es China, destino de la mitad de los envíos brasileños este año, que podría anunciar su decisión sobre la aplicación de salvaguardias a las importaciones de proteínas a finales de enero.
El panorama de los precios internos de la carne podría verse afectado por las posibles implicaciones de este proceso y una posible disminución de la demanda de carne brasileña.
“Si China impone una cuota, tendremos que exportar menos allí y podremos necesitar menos ganado, lo que hará que el precio caiga, dejando un excedente de ganado y aumentando la escala de producción”, señaló Roberto Perosa, presidente de la Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carne (Abiec).
Si el ritmo de compras chinas continúa con normalidad, podría haber una tendencia al alza en los precios, informó. “Pero hoy en día, la tendencia de China es reducir ligeramente el volumen, ya sea mediante cuotas o intensificando los controles fronterizos, ya que quieren proteger la producción nacional”, comentó.
En 2024, Brasil exportó 1,3 millones de toneladas a China, el principal mercado para las plantas frigoríficas nacionales. En 2025, el volumen volverá a ser récord. Hasta noviembre, se habían exportado más de 1,5 millones de toneladas, generando US$8.000 millones en ingresos.
La investigación sigue generando preocupación en el sector, según algunos líderes empresariales que hablaron bajo condición de anonimato. Sin embargo, la tendencia a la baja en las compras chinas se dirigiría hacia los niveles de 2024, no hacia un recorte más pronunciado, según creen los ejecutivos.
La evaluación del sector es que habrá una desaceleración en la concesión de nuevas autorizaciones de plantas, una medida considerada crucial para la recuperación de la rentabilidad de una planta procesadora de carne en el país. Una fuente del sector argumentó que podría haber nuevas autorizaciones en 2026, pero solo para reemplazar las unidades que pudieran ser excluidas. En otras palabras, el número de empresas autorizadas para vender a China se mantendría igual, pero una sería reemplazada por otra.
Perosa, sin embargo, se muestra más optimista. «El escenario actual, a finales de 2025, es muy positivo. Tenemos todos los mercados abiertos, sin restricciones, y los mercados que queremos abrir van por buen camino», destacó.
También menciona el mantenimiento de las exenciones fiscales a las ventas a México a través del programa Pacic, un programa local antiinflacionario. La medida está vigente hasta finales de año, pero hay perspectivas de renovación.
Endurecimiento regulatorio
Warren Investimentos señala cuatro posibles áreas de endurecimiento regulatorio derivadas de la investigación:
- controles aduaneros más estrictos
- la creación de cuotas para productos importados
- suspensiones adicionales de plantas
- un crédito a la importación más restringido.
El gobierno chino argumenta que la carne importada afecta a la industria nacional, lo que requiere medidas de protección.
“Estos potenciales cambios refuerzan la necesidad de un seguimiento continuo, tanto de los impactos sobre los flujos comerciales como de los efectos indirectos sobre los precios y las expectativas”, señaló la consultora en un informe elaborado hace unos días.
Andréa Angelo, economista de Warren, afirmó que si China hubiera anunciado salvaguardias a finales de noviembre, como se esperaba, podría haberse producido una corrección de precios en el mercado físico, con una caída del precio de la arroba de carne de res en diciembre. Con una base más baja al final del año, el aumento de los precios minoristas de la carne en 2026 podría ser aún más intenso, del 13 %.
Lygia Pimentel, CEO de la consultora Agrifatto, cree que el posible establecimiento de cuotas y la imposición de aranceles en torno al 10% no reducirá la competitividad de las exportaciones brasileñas a China y que el flujo comercial debe mantenerse sin grandes cambios.
FUENTE: Globo Rural