Ley Europea Libre de Deforestación: ¿Cuál será su impacto en la ganadería argentina?
Por www.expoagro.com. La nueva Ley Europea Libre de Deforestación (EUDR) redefine las condiciones de acceso a su mercado, a nivel mundial, de la carne y otros productos, por lo que es importante conocer qué deben considerar hoy los productores argentinos para cumplir con la normativa y mantener su competitividad.
En un contexto global marcado por nuevas exigencias y regulaciones, la producción ganadera argentina afronta desafíos que pueden redefinir su vínculo con los mercados europeos.
Ante la inminente entrada en vigencia de la Ley Europea Libre de Deforestación (EUDR), el sector sigue con atención cada novedad, expectante de que esta normativa pueda modificar las condiciones de acceso a uno de sus principales destinos comerciales.
Para conocer sus alcances y cómo deberán prepararse frente a este nuevo panorama, conversamos con Fernando Herrera, presidente de la Asociación de Productores Exportadores Argentinos (APEA).
Expoagro (E): ¿En qué consiste la ley europea sobre productos libres de deforestación
Fernando Herrera (F.H): La ley establece que a partir de una determinada fecha, la Unión Europea no va a importar más una serie de productos, entre los cuales se encuentra la carne, que provengan de campos que fueron deforestados a partir del año 2021. A esto se suman otras exigencias como la de que los campos donde se origina la hacienda no tengan conflictos con pueblos originarios ni tengan registrados conflictos laborales. Además de la carne, la normativa afecta a otros productos como soja, aceite de palma, cacao, café, madera y caucho.
E: ¿Cuál es la postura de la Asociación ante esta ley?
F.H: Cuando salió la ley en 2023, la primera lectura fue muy negativa, entendiendo que Europa estaba avanzando sobre derechos o legislaciones de otros países. En Argentina tenemos nuestra propia ley forestal. Parecía que no era compatible, por eso hubo un gran rechazo y oposición.
Al leer la ley, que es muy larga y compleja, se entiende que el sentido es un mensaje dirigido a los importadores de la Unión Europea y no a los exportadores. Lo que dice es que a partir de una determinada fecha, sus importadores no van a poder comprar estos productos si provienen de campos deforestados, pero no dice a los exportadores que no pueden deforestar.
Por otro lado, hay otra mirada que es estrictamente comercial. Si un importador europeo de carnes le dice a su proveedor, en este caso un exportador argentino, que a partir de tal fecha no le va a comprar más, es decisión del exportador aceptar o no tal condicionamiento.
Argentina exporta carnes a distintos países, respondiendo a sus diferentes exigencias. En el caso de Israel, se hace con la certificación Kosher, a países musulmanes con el rito Halal. Todo tiene un costo, demoras, requisitos que cumplir y son parte de la lógica comercial.
E: ¿Quiénes se ven más afectados con la implementación de esta ley?
F.H: Los que estarían afectados son los campos en zonas donde hubo monte, lo cual es un porcentaje menor de la superficie ganadera argentina. Están ubicados mayormente en el NOA y el NEA, y dentro de ese sector los que estarían con problemas son los que deforestaron a partir del año 2021. En este sentido, la implementación de la ley no implica un riesgo de pérdida masiva de las exportaciones por no cumplirla.
Asimismo, como está formulada la reglamentación, todas las exportaciones tienen que demostrar que no provienen de campos deforestados, aunque su origen sean campos de la provincia de Buenos Aires en donde nunca hubo monte.
E: ¿Cómo se demuestra que la producción es de campos que no fueron deforestados?
F.H: La normativa establece que el importador es el que tiene que demostrar, cuando ingresa la mercadería a Europa, que no incumple la ley. Para ello, en Argentina se diseñaron distintas plataformas, la más conocida es VISEC carnes, para que todos los productores voluntariamente y sin costo validen su número de productor (RENSPA) con una imagen satelital en la que los polígonos de los campos queden bien establecidos. Es la manera de vincular cada explotación agropecuaria con la imagen satelital que es la que deberán hacer correr durante distintos años para demostrar que ese campo no fue deforestado. Este registro debe ser actualizado anualmente.
Las plataformas están inscriptas en la Secretaría de Agricultura. Captan la información satelital, el productor autoriza la utilización de los datos de su hacienda y luego la plataforma se encarga del resto. Cuando un productor saca un documento de tránsito (DTE) para vender hacienda con destino a faena para exportación a la Unión Europea, que tiene como información los números de caravanas y el número de RENSPA del campo, el sistema utiliza un algoritmo a través de la inteligencia artificial para ubicar el campo y comprobar, con la imagen, que no hubo deforestación. De esta forma, esas caravanas y ese DTE confirman que la hacienda que llega al frigorífico está autorizada para exportación.
E: ¿La reglamentación prevé algún plazo para que quien deforestó pueda volver a exportar luego de un determinado período?
F.H: La superficie deforestada queda fuera del sistema. Lo que se interpreta es que el productor al declarar su superficie podría dejar afuera esa unidad productiva y utilizar el resto del campo. La ley dice que no se puede exportar carne que provenga de campos deforestados, no dice que no se puede deforestar. Por lo tanto, si no envía hacienda de ese lugar, no estaría incumpliendo la ley.
E: La ley europea se sancionó en 2023 ¿Por qué aun no entró en vigor?
F.H: La postergación se debió, en principio, para dar un año más de gracia a los países. En septiembre de este año la volvieron a prorrogar por un tema de capacidad informática en el manejo de datos. Esta ley es una medida para todo el mundo, no solo para Argentina, lo que implica que todos los exportadores involucrados pasen por este proceso. En octubre se informó que se implementaría el 1° de enero pero con seis meses de gracia para que si un importador tiene alguna irregularidad no sea sancionado. Es un periodo de adaptación. Y las últimas noticias señalan que el Parlamento europeo aprobó una nueva postergación, confirmando que la ley deberá cumplirse a partir del 30 de diciembre de 2026.
E: ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de esta normativa para los productores y exportadores argentinos?
F.H: La ventaja es poder seguir accediendo a un mercado que normalmente es apetecible para Argentina, en donde se obtienen los mejores precios. A Europa se exporta carne de alto valor, con cuota Hilton y cuota 481. La desventaja es tener que atravesar este proceso que tiene algún costo e incomodidad, con la posibilidad de que algún productor puede quedar afuera del sistema o de que haya algún error en la carga de datos. Es un trámite más a tener en cuenta dentro de la dinámica del exportador.
E: ¿Hay una tendencia global hacia una producción más sostenible?
F.H: En el mundo hay una corriente orientada a prestar atención al consumo de productos que hayan sido elaborados en forma sustentable. En el caso de la carne, teniendo en cuenta el bienestar animal, huellas de carbono e hídricas, trabajo en condiciones saludables para los operarios. Se empieza a hablar del tema, se observa en las ferias internacionales, lo que implica iniciativas de distintos organismos tendientes a concientizar a los productores. El mundo parece estar un paso más adelante en cuanto a la demanda de sostenibilidad en el producto final, en Argentina todavía se elige la carne porque es buena y por el precio.
En todas las ferias internacionales, los principales países exportadores de carnes como Brasil, Uruguay, Inglaterra, Estadios Unidos o Australia, las estrategias de marketing muestran de manera más o menos explícita que detrás de ese pedazo de carne hay un proceso que se refiere a todos esos atributos que no tienen tanto que ver con el producto en sí mismo sino con lo que lo rodea y con la forma en que fue producido. Pasó de moda hablar de que es la carne más tierna, más jugosa o la mejor carne del mundo.
E: ¿Cómo está posicionada Argentina respecto a la región?
F.H: Argentina tiene buena imagen porque naturalmente tiene grandes extensiones con miles de hectáreas de campos con vacas pastando libremente. De todos modos, no alcanza solo con eso, sino que hay que demostrar que somos ambientalmente sustentables.
E: ¿Cuáles son las perspectivas para el próximo año?
F.H: El 2025 ha sido un año con altibajos para la exportación. Comenzó con un tipo de cambio muy bajo y costos en dólares muy altos, por lo que en el primer cuatrimestre cayeron las exportaciones de carne. Luego se dio un rebote por los buenos precios internacionales, corrección del tipo de cambio, con buenos volúmenes de exportación y rentabilidad. En noviembre se volvió a complicar por la escasez de hacienda, el precio está caro y la rentabilidad es baja. Asimismo, hay buenas perspectivas a nivel mundial, mucha demanda y buenos precios. Argentina tiene que corregir algunas asimetrías internas productos de los costos fijos como impuesto al cheque, ingresos brutos, tasas municipales, retenciones, que hacen que no tengamos la competitividad que podríamos tener en un mercado muy demandante de carne.
FUENTE: Paola Papaleo – Expoagro