Industria brasileña de carne vacuna cierra “año histórico” a la espera de decisión de China
El aplazamiento por dos meses más de la investigación china sobre el aumento de las exportaciones de carne vacuna, principalmente de Brasil, no supuso un alivio total para las plantas frigoríficas brasileñas, pero sí les brindó mayor tranquilidad al final de un año histórico.
El proceso, que podría resultar en la aplicación de salvaguardias por parte del mayor cliente de carne brasileña, como cuotas y aranceles, no concluirá hasta enero de 2026. China investiga si el aumento del volumen de importaciones entre 2019 y 2024 perjudicó su mercado interno.
El proceso no se centra únicamente en la industria exportadora brasileña, pero genera preocupación. Incluso con la derogación de los aranceles por parte de Estados Unidos, el segundo mercado más grande, las empresas frigoríficas brasileñas no prevén perder terreno en China.
De enero a octubre, Brasil exportó 2,79 millones de toneladas de carne de vacuno a más de 160 destinos, con un valor acumulado de 14.310 millones de dólares.
China importó casi la mitad: 1,34 millones de toneladas y 7.100 millones de dólares. Se prevé cerrar 2025 con 1,6 millones de toneladas enviadas a puertos chinos y un récord de 3 millones de toneladas para todo el mundo, con ingresos cercanos a los 15.000 millones de dólares.
Extraoficialmente, quienes siguen la investigación creen que existen varias posibilidades. Una de ellas es que China adopte un cupo global para las importaciones de carne vacuna, dividido proporcionalmente entre los países exportadores, con un arancel específico para el excedente. En este escenario, Brasil no se vería significativamente afectado, ya que actualmente es el principal proveedor.
Con la eventual adopción de esta salvaguardia, la evaluación dentro del sector es que se podrían establecer cuotas generosas para evitar perjudicar a los exportadores ya presentes y establecidos en el mercado chino, pero que crearían barreras para nuevos participantes. En la práctica, la medida funcionaría como una congelación de la estructura actual del mercado.
China también podría optar por establecer una cuota global, con criterios específicos, administrada por la Administración General de Aduanas (GACC) del país. Esta medida sería “muy perjudicial” para Brasil y podría “desestabilizar el mercado”, según una fuente conocedora del asunto.
El sector privado brasileño espera la decisión antes de emitir comentarios. Desde un punto de vista legal, los exportadores consideran que el proceso de investigación de China viola las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Si la decisión de enero resulta muy negativa para el mercado, Brasil podría recurrir al organismo internacional para iniciar un proceso contra China.
China “gana tiempo”
El nuevo aplazamiento permite a China ganar tiempo en sus negociaciones comerciales prioritarias con Estados Unidos. Los precios de la carne en el mercado chino han comenzado a recuperarse, lo que reduce el perjuicio percibido por las importaciones, según las fuentes.
El reto chino es respetar los compromisos internacionales con el multilateralismo y, al mismo tiempo, responder a las presiones del sector productivo nacional.
Estados Unidos no tiene la capacidad de abastecer la demanda china de proteína animal, señaló una fuente. En 2024, por ejemplo, los estadounidenses vendieron menos de 140.000 toneladas de carne a China, mientras que Brasil exportó más de 1,3 millones de toneladas.
Los productos exportados por brasileños y estadounidenses tienen características y propósitos diferentes. La carne estadounidense tiene mayor valor añadido y se vende en cortes para el consumo chino. La carne brasileña se destina a recetas con salsa, que tienen menor valor añadido.
Otra fuente afirmó que China no tiene muchas opciones de proveedores. “Brasil no bajará los precios ni los aranceles; estará incluido en el precio. La carne se encarecerá”, afirmaron. “Quieren que dejemos de exportar, pero ¿quién cubrirá esa demanda? No tienen la producción nacional necesaria, y mucho menos nuestros competidores. Brasil creció allí aprovechando el espacio que dejaron Estados Unidos y Australia, no porque aumentara el consumo”, evaluaron.
“Están intentando mantener un nivel de importación que no afecte el precio de la producción local. Están perdiendo mucho dinero”, dijo el dueño de una planta empacadora de carne.
La Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carne (Abiec) y la Asociación Brasileña de Plantas de Procesamiento de Carne (Abrafrigo) esperan la decisión china antes de emitir comentarios.
La Abiec calificó para participar en el proceso y presentó información sobre el aumento de las exportaciones brasileñas a China. La estrategia consistía en demostrar que los productos que Brasil exporta complementan la industria china. La mayor parte de la carne brasileña se destina a plantas de procesamiento locales y no le quita cuota de mercado a China.
FUENTE: Globo Rural