Brasil tardará algún tiempo en comenzar a vender carne vacuna a Japón.
A pesar del optimismo del ministro de Agricultura, Carlos Fávaro, quien considera que Japón está “muy cerca” de abrir su mercado a la carne brasileña ya en 2025, la información técnica compartida entre ambos países, que marca el ritmo de las negociaciones, indica que la apertura aún podría demorarse. Tokio informó a Brasil que realizará una nueva auditoría in situ para analizar el riesgo del sistema sanitario brasileño.
Según dos fuentes familiarizadas con el asunto, los primeros indicios apuntan a que la misión se llevará a cabo recién en abril de 2026. El enfoque seguirá centrado en los tres estados de la región Sur, los primeros en ser declarados libres de fiebre aftosa sin vacunación, y no en todo el país, que obtuvo dicha certificación en mayo de este año.
El tema sanitario fue un requisito de Japón para avanzar con el acuerdo. Por parte de Brasil, se solicitó que la auditoría se realizara lo antes posible, idealmente en 2025. Y esta no es la etapa final del proceso de autorización del envío.
En junio, técnicos japoneses llevaron a cabo una auditoría sin precedentes del sistema de inspección de Brasil. El gobierno brasileño y la industria cárnica consideraron esta medida fundamental para la apertura del mercado.
Sin embargo, todo el proceso está plagado de un intercambio constante de documentación entre los países. Recién en octubre, después de que Brasilia enviara respuestas adicionales a los cuestionarios técnicos, Japón indicó su intención de avanzar en las negociaciones. El Ministerio de Agricultura, al ser contactado, no respondió.
«Ahora estamos en condiciones de considerar dar un paso adelante», declaró el Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca de Japón en un comunicado enviado a diplomáticos brasileños en octubre. Este paso sería el sexto de los diez necesarios para la apertura del mercado. El objetivo de la nueva auditoría in situ es validar la aplicación de las medidas de seguridad sanitaria.
“Japón se encuentra ahora en la fase de considerar la posibilidad de dar un paso más, que consiste en realizar inspecciones in situ, según lo estipulado en el Artículo 4 de los Procedimientos Operativos Estándar para la Aprobación de la Importación de Artículos Designados para Cuarentena en Japón, para los tres estados en cuestión”, señala el comunicado.
Japón sigue siendo un mercado muy codiciado por la industria nacional, ya que es el tercer mayor importador mundial de esta proteína —alrededor de 700.000 toneladas anuales— y se considera un mercado de primera categoría.
Con la disminución del rodeo vacuno estadounidense en este ciclo, uno de los principales proveedores de Japón, en Brasil han aumentado las expectativas de que se autoricen los envíos en noviembre de este año.
Una fuente de alto nivel del sector admite que las negociaciones son largas y la situación es confusa, pero afirma confiar en Fávaro. Esta semana, en Asia, el ministro declaró que la apertura podría producirse ya en 2025 y que solo faltan algunos detalles.
Otro retraso que preocupa a los representantes del sector es la autorización para que las plantas procesadoras de carne exporten a Vietnam. El mercado de carne fresca se abrió en marzo, en medio de grandes expectativas dada la demanda del país asiático, que importa 300.000 toneladas anuales.
Hasta la fecha, solo dos plantas de JBS, en Mozarlândia y Goiânia, ambas en el estado de Goiás, han sido autorizadas. La autorización se otorgó en junio. En julio, se exportó un contenedor de 27 toneladas para conmemorar el inicio de las relaciones comerciales durante una reunión de los BRICS en Río de Janeiro.
En marzo, durante una visita de la delegación presidencial brasileña a Hanói, la capital vietnamita, JBS anunció un plan de inversión de 100 millones de dólares para construir dos fábricas en Vietnam.
Casi cien días después del primer envío, no se han otorgado nuevas autorizaciones. Una lista de 97 plantas procesadoras de carne, pertenecientes a 37 empresas, está pendiente de aprobación. El pronóstico para el sector era que al menos 15 plantas de carne vacuna serían autorizadas para septiembre.
«No hay señales de autorizaciones. No tenemos flujo comercial», declaró una fuente del sector. Según datos de Agrostat, del Ministerio de Agricultura, este año se exportaron a Vietnam casi 495 toneladas de carne vacuna fresca.
Si se autorizaran más instalaciones de almacenamiento frigorífico, las estimaciones de mercado sugieren que se podrían enviar al menos 200 contenedores mensuales al país asiático, alcanzando las 50.000 toneladas anuales. Brasil exportó 2,3 millones de toneladas a diversos países entre enero y septiembre.
Según esta fuente, el “fracaso” radicó en que Brasil no condicionó la apertura del mercado vietnamita a un compromiso con la certificación de las plantas. Otra fuente indicó que, al parecer, sí se llegó a un acuerdo de este tipo con México. El Ministerio de Agricultura no ha confirmado esta información.
Por otro lado, Brasil accedió a abrir su mercado a la tilapia y el camarón vietnamitas, a pesar de las críticas del sector pesquero nacional. Además de las fricciones internas con este sector, el comercio de carne vacuna no ha despegado.
El secretario de Comercio y Relaciones Internacionales del Ministerio de Agricultura, Luis Rua, informó que se ha presentado a Vietnam una lista de plantas que cumplen con los requisitos de procedimiento para su aprobación y que el gobierno está esperando una decisión de la autoridad sanitaria vietnamita.
“Desde 2023, se han abierto más de 20 nuevos mercados para la carne vacuna, además de importantes expansiones en el número de establecimientos autorizados en países como China, Indonesia, Filipinas y Chile. El ministerio continúa trabajando para impulsar agendas históricas para el sector”, afirmó.
Al ser contactadas para obtener comentarios, la Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carne (Abiec) y la Asociación Brasileña de Plantas Procesadoras de Carne (Abrafrigo) no respondieron. JBS tampoco respondió.
FUENTE: Globo Rural