Ganados y carnes: que el diablo no meta la cola

El ternero y el novillo están en niveles de precios inéditos. Hay razones coyunturales, paro también todo indica que estamos frente a un panorama global muy estimulante. Es lo que dijeron todos los que asistieron a Anuga, la mayor feria de alimentos del mundo que acaba de finalizar en Colonia, Alemania.
Estuvieron presentes todos los exportadores de la región (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay) y todos coincidieron en que la perspectiva de la demanda es muy sólida.
Por un lado, se disiparon los temores de una caída de la demanda china, que desde hace años es una aspiradora y el principal cliente de todos los exportadores. Pero además irrumpen otros países del sudeste asiático. E incluso se vislumbra la demanda de la India, cuya enorme población musulmana comienza a tallar.
Esto sucede en un marco global de escasez. Estados Unidos, el mayor productor y hasta hace unos años el principal exportador mundial, ha visto retroceder su stock de vientres. Un hecho que produjo fuertes aumentos de los precios del ganado, y habilitó el ingreso de carne de otros países. Uruguay, por ejemplo, en el último año había exportado más a los EEUU que a China. Según Rafael Tardáguila, editor de Fax Carne, ahora China recuperará el liderazgo, pero EEUU seguirá en el candelero.
Brasil exportó el mes pasado un récord absoluto de 315 millones de dólares, lo que proyecta una exportación anual de cerca de US$ 4 mil millones. La mayor parte, también a China.
También se afirma la demanda europea. La cuota Hilton cotiza a cerca de 18 mil dólares. Está firme la cuota 481 (carne de animales terminados a corral, con granos), donde los feedlots de la región compiten por un cupo que se cumple ajustadamente. En la Argentina se están abriendo feedlots todos los días, en un verdadero boom donde predomina el servicio de hotelería. Todo esto genera una potente demanda de terneros.
El año pasado el clima jugó en contra de los criadores. El porcentaje de destete fue bajo y en consecuencia, escasearon los terneros. Esta semana se conoció una operación en la que se pagó por encima de los 4 dólares el kilo, nivel absolutamente inédito. Fue una tropa especial, pero refleja la tendencia. Tropas comunes están en los 3 dólares, bien arriba del promedio histórico.
Y hay noticias fuertes todos los días. El Gobierno autorizó la exportación de ganado en pie. Y empieza el movimiento. Publicamos hace un par de días un artículo firmado por Carlos Brown, ganadero y político de extracción peronista, y por el presidente de la Cámara Argentina Turca en la Argentina, Ozgur Yucel Demir, llamando a activar las decisiones sanitarias para que se inicien los embarques de terneros.
También irrumpió en el mercado la idea de cruzar vacas lecheras con animales de carne, aprovechando que con la generalización del semen sexado, la reposición está garantizada y se pueden destinar las vacas inferiores a la producción de carne. Hay un boom en Estados Unidos, donde ganaderos muy reconocidos como Lee Leachman han desarrollado una raza especial (“Stabilizer”) con la combinación perfecta de genes carniceros con vacas Holstein y Jersey.
Todo esto encuentra a la Argentina en plena transformación tecnológica. Desde el NEA y el NOA con las razas sintéticas, las pasturas megatérmicas y el uso de forrajes conservados y subproductos (semilla de algodón, afrechillo de arroz, silo de maíz, grano húmedo, etc). Y en el norte de la Patagonia, con maíz bajo riego y el ímpetu del engorde a corral.
Así, la ganadería parece estar dejando de ser el negocio del eterno futuro. Estamos más cerca de la realidad concreta. Que el diablo no meta la cola.
FUENTE: Héctor Huergo – Clarín Rural