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Argentina ante un nuevo tablero global: oportunidades para la carne vacuna tras el endurecimiento de EE.UU. contra Brasil

Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y Brasil abren una puerta clave para la carne argentina. Mientras se agrava la guerra de aranceles y crece la demanda en EE.UU., nuestro país podría mejorar su posición internacional y diversificar sus destinos de exportación, reduciendo su dependencia de China y apuntando a mercados más rentables.

La reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de imponer aranceles adicionales del 50% sobre las importaciones de carne vacuna brasileña ha sacudido el comercio global. Esto no solo golpea al principal exportador mundial, sino que también modifica las dinámicas del mercado, generando tanto riesgos como oportunidades para países competidores como Argentina.

Según datos del USDA, Brasil había exportado en el primer semestre del año 156 mil toneladas de carne vacuna a Estados Unidos, por un valor de 791 millones de dólares, representando el 12% del total de sus exportaciones. Pero la nueva medida llevaría la alícuota total a un prohibitivo 76,4%, lo que convierte ese mercado en inviable para los brasileños.

Esto abre una gran oportunidad para Argentina, que comparte varios destinos con Brasil y que podría ocupar parte del espacio vacante en EE.UU. En este sentido, Estados Unidos representaría un mercado de menor volumen que China, pero con un precio por tonelada significativamente superior: mientras que el promedio para los cortes con destino a EE.UU. ronda los USD 10.400, los valores para China oscilan entre los USD 5.000 y 6.000.

Además, se espera un posible avance en las negociaciones de un acuerdo arancelario diferenciado entre Argentina y EE.UU., que podría otorgar arancel cero a cerca del 80% de los productos exportables argentinos, incluida la carne vacuna. También se evalúa una posible ampliación del contingente libre de aranceles de 20.000 toneladas.

En paralelo, el mercado chino, aunque sigue siendo el principal destino de nuestras exportaciones, plantea incertidumbre: aún sigue pendiente la resolución de la investigación por salvaguardas, lo que podría desembocar en nuevos aranceles o restricciones.

En este contexto, reducir la dependencia de China y mejorar el precio promedio por tonelada exportada aparece como una estrategia clave. La reconfiguración del tablero internacional de la carne vacuna se da, además, en un momento en que la oferta local tiende a ser limitada, lo que aumenta la importancia de maximizar ingresos por tonelada colocada.

Argentina ejecutó recientemente la totalidad de la Cuota Hilton, con exportaciones por 29.461 toneladas y un valor FOB de 350 millones de dólares, con precios promedio de USD 18.000 la tonelada para cortes de alto valor. Por su parte, el precio del ternero ROSGAN en julio alcanzó los $3.742,38, marcando un máximo histórico en términos reales desde 2010.

Mientras tanto, en el plano regional, el Índice del Novillo Mercosur cayó a USD 3,98/kg, impactado por la devaluación del peso argentino y la baja de precios en Brasil. En contraste, Uruguay sigue mostrando mayor estabilidad, con precios que oscilan entre USD 5,10 y 5,15/kg.

En definitiva, la coyuntura internacional plantea un escenario de alto dinamismo, pero también de oportunidad. Argentina debe actuar con rapidez e inteligencia para reconfigurar su portafolio exportador, aprovechar los espacios que deja Brasil y negociar condiciones preferenciales que le permitan mejorar la rentabilidad de su carne vacuna en el mundo.

FUENTE: Agrositio