Skip to main content

Exportaciones de carne a EE.UU. se ven afectadas por nuevos impuestos y el gobierno de Brasil reacciona

Los aranceles del 50% anunciados por el presidente estadounidense Donald Trump sobre los productos brasileños han tenido un impacto inmediato en la agroindustria, especialmente en el sector de la carne vacuna. Los ganaderos y las industrias siguen de cerca la situación, mientras que las entidades del sector y el gobierno buscan alternativas para minimizar el impacto en el mercado.

Según la Asociación de Criadores de Mato Grosso (Acrimat), la nueva tarifa eleva el precio por tonelada de carne brasileña a cerca de US$ 8.600, inviabilizando cualquier negociación con el mercado norteamericano.

“Esta medida retira los productos brasileños de la competencia en Estados Unidos, un mercado estratégico para nuestra carne”, afirmó Oswaldo Pereira Ribeiro Junior, presidente de Acrimat.

Impacto inmediato en el mercado

La reacción del mercado fue rápida. Según Scot Consultoria, las industrias exportadoras de São Paulo comenzaron a retirar sus compras, incluso las que no exportan directamente a EE. UU., lo que provocó una contracción general. Algunos compradores nacionales aprovecharon la oportunidad para extender los plazos de faena debido a la menor competencia.

Las repercusiones también son evidentes en el mercado de futuros. Los contratos de septiembre cayeron de R$322,00 a R$318,00, mientras que en el mercado físico, la arroba negociada cayó R$10 por debajo del promedio nacional de R$305,00.

Consultas sobre industria y tarifas

Incluso persiste la incertidumbre sobre el impacto arancelario real. Anteriormente, Brasil ya enfrentaba un arancel del 10% sobre exportaciones de hasta 65.000 toneladas; por encima de ese límite, el arancel ascendía al 26%. Con la nueva medida, expertos como Lygia Pimentel, de Agrifatto, creen que el total podría alcanzar el 76%, aunque la industria aún busca aclaraciones.

Actualmente, la carne brasileña llega a Estados Unidos a un precio aproximado de US$5.720 por tonelada. Con el nuevo impuesto, el precio se dispararía a US$8.500, un precio superior al que Japón paga por los cortes más finos. «Esto deja a Brasil fuera de juego. Estados Unidos se abastecerá de carne de Paraguay, Uruguay, Argentina, Australia o Colombia», evalúa Pimentel.

Reacción política: el gobierno busca alternativas

El ministro de Agricultura, Carlos Fávaro, calificó la acción de Trump de “indecente” y prometió una respuesta proactiva. Afirmó que intensificará la búsqueda de nuevos mercados para compensar las pérdidas con Estados Unidos. “Mientras algunos celebran, nosotros trabajaremos por los productores”, declaró, enfatizando que la prioridad es reducir los impactos negativos en la agroindustria brasileña.

Análisis y desarrollos geopolíticos

Los analistas de Markestrat señalan que la decisión de Trump responde a la reciente decisión de los BRICS de desdolarizar parte de sus transacciones comerciales, lo que demuestra la firmeza del presidente estadounidense. Dado que Estados Unidos es el segundo socio comercial más importante de Brasil, solo por detrás de China, las consecuencias se sentirán gravemente no solo en los exportadores, sino también en los consumidores estadounidenses, que se enfrentarán a precios más altos.

Perspectivas

Aunque existe una expectativa de reequilibrio del mercado en el largo plazo, con la reorientación de los volúmenes de exportación hacia otros países, en el corto plazo la crisis genera incertidumbre, presiona los precios internos y aumenta los desafíos para los productores e industrias brasileñas.

El gobierno brasileño incluso está considerando medidas de represalia, como aumentar los aranceles a las importaciones estadounidenses, mientras negocia para mantener el más alto nivel de negociaciones comerciales.

El escenario continúa evolucionando rápidamente y se esperan nuevos acontecimientos en los próximos días. La crisis pone de relieve una vez más la vulnerabilidad de las cadenas de suministro globales a las decisiones políticas y la necesidad de diversificar el mercado para la agroindustria brasileña.

FUENTE: Beef Point