Sábado, 29 Junio 2019

El día que las vacas voten

El día que las vacas voten

Si hay políticas activas para que se vuelvan a vender autos, ¿por qué no aplicarlas también para las fábricas de terneros y evitar una crisis entre demanda y oferta de carne en el futuro?

 

Ese interrogante y el dato que se repite mes a mes sobre el elevado porcentaje de hembras que van a faena -52,4% en abril pasado- motivó a siete asociaciones de criadores de razas bovinas a reclamar créditos a tasas razonables.

Lo hicieron, tal como informó LA NACION, mediante una carta que le enviaron a las entidades de la Mesa de Enlace para que le reclamen al Gobierno incentivos para frenar la decisión de los productores de vender hembras para financiarse ante el elevado costo del crédito.

En la nota, que nació de un impulso de la Asociación Argentina de Angus, sostienen que "dada la nueva visión del gobierno nacional que entiende la necesidad de políticas activas coyunturales, tales como las que hoy plantea ante el sector automotriz, que considere la instrumentación de créditos para la compra y/o retenciones de vientres".

El objetivo, dijeron, es "aprovechar la oportunidad que generan las nuevas exportaciones, y al mismo tiempo se mejore rápidamente la eficiencia, aumentando la tasa de extracción al conservar las hembras productivas".

Las asociaciones recordaron que, como en el segundo semestre del 2018 se agravó el acceso al crédito a, el criador comercial debió financiar sus operaciones diarias con la venta de hembras a faena "aprovechando los buenos precios, debido entre otros motivos, al crecimiento de las exportaciones a China".

No reniegan del acceso a los mercados internacionales, pero advierten que las dificultades crediticias hacen "que el productor encuentre como única salida de financiamiento la venta de hembras jóvenes y en muchos casos preñadas para cubrir gastos corrientes".

En el Gobierno ya conocían este pedido antes de la nota. El presidente de Angus, Alfredo Gusmán, le manifestó la preocupación de los ganaderos al secretario de Gobierno de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, durante la comida con la que el presidente Mauricio Macri agasajó a su par de Brasil, Jair Bolsonaro, hace unas semanas en Buenos Aires.

Claro, no es lo mismo incentivar el consumo interno de autos con medidas que tendrán un costo fiscal de $1000 millones de pesos, aunque la industria argumenta que se compensa con la recuperación de las ventas, pocos meses antes de las elecciones nacionales y en recesión que tomar decisiones pensando en el mediano plazo.

En el Gobierno sostienen que nunca se han abierto tantos mercados externos para la carne vacuna como en los últimos años -Swift comenzó a exportar carne de calidad a China tras la firma de los protocolos sanitarios- y que las dificultades del acceso al crédito son una turbulencia ya pasará. La discusión está abierta.

Hay especialistas, como el consultor Matías Sara, que creen que "la faena alta de hembras tiene su raíz en los malos precios de la invernada; mientras ese negocio no mejore nadie se va a guardar las hembras, por más que la tasa sea negativa".

En su opinión hay cuatro factores que inciden en esta situación, "la expectativa política (lo que sea que engordes, se va a vender luego de las elecciones); el alto precio del maíz (el costo de alimentación no permite a los feedloteros jugarse demasiado); el pequeño aumento en el stock de terneros y una mayor participación en la demanda de los exportadores". Como sea, las vacas todavía no votan.

FUENTE: Cristian Mira - La Nación

 

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