Tuesday, 22 March 2016

Por el precio de la carne y la escasez de hacienda prevén que el consumo baje entre 8 y 9 kg per cápita

Por el precio de la carne y la escasez de hacienda prevén que el consumo baje entre 8 y 9 kg per cápita

La merma del poder adquisitivo, la suba de los precios de la hacienda y su repercusión en el mostrador, provocarán un cambio en la dieta de la gente. Cobrará mayor participación la carne de pollo y la de cerdo. Bajará la de carne vacuna.

 

El analista de mercados ganaderos, Lic. Victor Tonelli sostuvo en una entrevista con EL LIBERAL que los precios de la carne vacuna se sostendrán por un buen tiempo, el cual estimó en por lo menos un año a año y medio hasta tanto se reconfigure el stock ganadero del país, a la par que señaló que por cuestiones de precio y también de menor oferta de carne, habrá una recomposición de la dieta de los argentinos, en la cual perderá terreno la carne vacuna y ganarán un mejor posicionamiento el pollo y la carne de cerdo.

“Nosotros el año pasado comimos unos 60 a 61 kilogramos de carne vacuna y comimos alrededor de 58 kilogramos de las otras: pollo 45 Kg, cerdo 12 kg o algo así. Ahora, cuando uno plantea este año por delante y el que viene que ya está jugado, la situación es exactamente la inversa”, señaló.

Agregó que “ vamos a consumir unos 51,52 kg de carne vacuna y los otros 60 kg para completar el consumo de carne lo van a tener el consumo de pollo o de cerdo. El pollo para este año está proyectando 47 ó 48 kg (de consumo per cápita) y el cerdo entre 13 y 14 kg. No va a faltar carne, pero claramente la carne vacuna va a faltar y eso se va a sentir en los precios, pero es la consecuencia inevitable de volver a reconstruir lo que estaba destruido”.

“Lo que vamos a estar viendo es que esto va a durar por lo menos un año y medio hasta empezar a ver los resultados”.

En este sentido, Tonelli sostuvo que el actual proceso de escasez de hacienda para faena, obedece a un proceso de retención de ganado que se inició el año pasado.

“Ha bajado el nivel de oferta. Estamos viviendo el proceso de transición entre lo que ha sido liquidación de stock y la etapa que ahora se reinicia que es la reposición de ese stock. Eso es un proceso que va a llevar mucho tiempo y no se resuelve en una semana, ni a los gritos, ni en juntar a las partes. Es un tema estructural del sistema, que tiene que ver con la biología”, indicó.

Añadió que “si nos comimos 8 millones de cabezas de ganado a lo largo de 10 años, y quiero volver a tener la misma oferta normal que tuve antes de habérmelas comido, tengo que reiniciar el proceso en una primera etapa reteniendo animales”.

En ese sentido, explicó que este proceso de retención se da en todas las categorías: “en las madres, reteniendo terneros, novillitos, las madres para producir más terneros y las categorías jóvenes para ponerle más kilos a lo que va a faena. En cualquier caso, ese proceso de retención, el primer resultado que tiene es que hay menos ganado para la oferta, mientras dure el proceso de recomposición”.

Añadió que “entonces, lo que vamos a estar viendo es que esto va a durar por lo menos un año y medio hasta empezar a ver los resultados. Si el proceso de retención se hace sin gradualismos como se dice ahora con el dólar y las medidas económicas, si se hace sin gradualismos, el resultado es que va a haber menos oferta para cualquier destino, ya sea mercado interno o exportación. Eso claramente va a impactar en los precios”.

En tanto, “si la demanda se mantiene firme en su poder de compra, la ecuación va a dar que el precio va a subir. Si la demanda como hasta ahora venimos viendo empieza a aflojar porque el poder adquisitivo no permite convalidar eventualmente precios más altos que es lo que yo creo que está ocurriendo y va a ocurrir al menos por un tiempo, los precios, mucho no pueden subir”.

Destacó en este punto que “porque por más que falte, la gente remplazará carne vacuna por carne de pollo o por otro tipo de producto. Si no alcanza, no lo pueden pagar”.

Puntualizó que “lo que sí está claro es que el origen de todo este problema es estructural, no es coyuntural que hay 3 vivos que se aprovechan. Ojalá fuera así de fácil. Entonces, lo estructural es que venimos de destruir 8 millones de cabezas del stock y ahora recién desde que el gobierno anuncia las nuevas medidas de quita del cepo y de las retenciones que le da un aire distinto a la exportación pero sobre todo genera en los productores un estímulo para el largo plazo”.

“La primer respuesta a ese estímulo es que si se empieza a retener machos, hembras y machos livianos para darle más kilos, se inicia lo que se llama el proceso de retención y recuperación de stock”.

“Estimamos como 8 o 9 kilos menos de consumo de carne vacuna por habitante por año para 2016 y buena parte de 2017”

Agregó que “mientras dure el proceso de retención en mayor o menor medida, va a faltar oferta porque la gente en lugar de mandar los animales a la faena que genera carne disponible, los retiene en el campo para engordar o para hacer terneros si son madres. Y eso, la verdad que lo estimamos como 8 o 9 kilos menos de consumo por habitante por año para 2016 y buena parte de 2017”.

“No es una caída menor porque el proceso destructivo fue fenomenal. De eso nunca se habló pero pasamos de 58 millones de cabezas a 48 millones, luego fuimos a 51 millones pero si no son 8 son 7 pero hablamos de un nivel de pérdida de 15% del stock, mientras la fiesta seguía y seguíamos comiendo el stock, fantástico, pero un día nos íbamos a quedar sin una sola vaca en la Argentina si esto seguía así”, apuntó.

Consultado sobre cuánto puede demandar esta recuperación en tiempo, señaló que “este proceso es largo porque biológicamente son 9 meses de gestación, no hay como bajar ese tiempo. Lo más rápido que va a ocurrir es ponerle más kilos a lo que ya está en proceso y lo más lento es generar más ternero pero la suma de dos cosas va a llevar un año y medio o dos años para empezar a tener una oferta que empiece a dar respuesta a la demanda interna y a la exportación”.

“Mientras tanto hoy aparece en el diario del viernes y va a seguir así, es un tema largo que no tiene solución en el corto plazo, por más que uno diga la culpa es del supermercado, de no se quién. No hay culpa, la culpa es de lo que pasó. Ahora, hay que hacerse cargo”, señaló.

De todos modos, sostuvo que “la buena noticia que se va a confirmar el mes próximo es que como producto de un proceso de retención que ya se inició antes que el gobierno lo anunciara, porque de alguna manera el sector venía viendo que se venían cambios, el año pasado empezó a retener”.

Dijo que “la faena de hembras del año pasado fue muy inferior respecto del anterior y del anterior, de modo tal que se espera que ahora para fin de marzo que el Senasa actualiza los stocks, se espera un millón de cabezas de recuperación, así que a lo mejor pasamos a una pérdida de punta a punta de 6,5 millones por decir algo”.

“¿Cuánto se puede recuperar? –se preguntó Tonelli-. “Si este año, efectivamente se profundiza lo que estamos viendo , va a afectar en el corto plazo la oferta y el precio de la carne vacuna, a lo mejor podríamos estar hablando de llegar al 2018 con 54 ó 55 millones de cabezas y si además lo acompaña un buen modelo de eficiencia en la producción, que haya más terneros por vaca y más kilos por cabeza faenada, a lo mejor en el 2018 estamos en una posición mucho más tranquila”.

FUENTE: El Liberal

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