Monday, 07 March 2016

Los cambios de política reconfiguran el tablero ganadero

Los cambios de política reconfiguran el tablero ganadero

Tal cual venimos advirtiendo, las medidas de política macroeconómica implementadas desde diciembre 2015 por el nuevo gobierno, así como las expectativas incluso previas a dichos anuncios, fueron provocando tensiones propias en el reacomodo de las infinitas variables intervinientes, que afectadas por decisiones políticas configuraron nuevos escenarios de negocio, y que a nuestro entender modificarán ciertos paradigmas productivos en la ganadería Argentina.

Es así, que medidas como las ya destacadas en artículos anteriores (liberación del cepo cambiario a través de una flotación sucia, apertura fáctica de las exportaciones (eliminación de retenciones) que por cuestiones objetivas hacían del comercio exterior de carnes un negocio cuasi inviable, y la eliminación de restricciones burocráticas caprichosas (ROEs) que hacían del mismo negocio una actividad imprevisible y repelente de decisores racionales, no solo significaron en su conjunto tierra fértil para una dinámica de expectativas colectivas positivas en el sector, sino también un reacomodo asimétrico de precios relativos visto tanto del lado de los ingresos como también del de los costos de cada eslabón de la cadena.

Por ello, y en virtud de la aparición de nuevos nichos producto de la apertura del negocio de exportación de carne argentina, sumados a la incorporación previa de la cuota 481 (Feedlots) como destino alternativo de exportaciones a UE, es que empezamos a ver como relevante un posible cambio de paradigma productivo que constituirá la oferta de los futuros terneros.

Lo dicho en el párrafo precedente se sustenta en la discriminación que viene advirtiéndose en la demanda de terneros producto de una clara distinción por precio de aquellos animales provistos de trazabilidad respecto de los que no la ofrecen. La demanda ordena la producción y exige al criador un producto con potencial exportable, donde el premio es claramente el precio.

Dicho esto, es claro el efecto de tracción que el eslabón industria ejercerá hacia los eslabones primarios de la cadena a través de transmisión de valor como consecuencia de su mayor poder de compra. Asimismo, también es posible mencionar las siguientes premisas: una demanda creciente de novillos pesados por parte de la industria, una mayor fortaleza de la demanda de terneros trazados tanto livianos como recriados, así como también, en la medida que la condición de los campos del criador lo permitan, una contracción de la oferta de terneros trazados por retenciones del propio criador para la recría.

Es importante tener presente, que frente a la aparición de la oportunidad de exportar, es posible destacar que la exportación con las condiciones actuales abre y amplía el abanico de categorías que padecen tensiones en sus precios, ya que no solo se advierte dicho fenómeno en los novillos pesados con trazabilidad (Hilton) que están claramente en escasez, sino también aquellos animales pesados y trazados engordados en feedlots con protocolo 481, que en este caso pueden ser tanto novillos como vacas.

Ahora, como bien destacamos en los párrafos anteriores, las decisiones políticas que se tomaron no solo impactaron en los precios de cada eslabón, sino también en sus costos, y no siempre en forma proporcional. Es aquí que ponemos el acento en el engorde a corral que vio fuertemente impactados sus costos, no solo por el incremento de su principal materia prima (ternero) que entre enero de 2015 y enero 2016 ascendió un 48% (pesos corrientes), sino también por su principal insumo en la alimentación de la hacienda (maíz) que en términos de relación Novillo/Maíz pasó de valores extremos de 20 a 1 en el 2015 para alcanzar actualmente una razón de 11 a 1, significando un incrementó de dicho grano del orden del 81%.

En este caso entendemos clave la productividad, pero también como elemento crítico aunque subyacente en las decisiones de compra del feedlot, la expectativa de que la zafra de invernada y la estacionalidad del precio del gordo converjan en una caída del valor de la relación Ternero/Novillo en torno a (1,2) para los próximos 30 días, cuando en la actualidad fluctúa en valores superiores a (1,30).

Ahora bien, en relación al negocio de la cuota 481 que permite la comercialización a UE de 17 cortes de animales engordados a feedlots, hoy resulta una oportunidad latente, pero sin consolidarse, dado que aun con precios de novillos salidos de estos corrales que rondan los $30 por kilo vivo, la escasez de novillitos trazados constituye el principal dique de contención en lo que respecta al costo de adquisición de la materia prima del sistema e incluso el fundamento básico de perspectivas con tendencia alcista del mismo.

Si bien es cierto que la exportación resulta un porcentaje muy reducido de los destinos actuales de la producción de carne en Argentina, también es cierto que se empiezan a advertir criterios objetivos de ponderación de su oferta de materia prima (terneros y novillitos trazados) que lo posicionan como un negocio con sólidas perspectivas de crecimiento sostenido en el tiempo, por lo que resulta interesante que la oferta reconfigure sus sistemas de producción a los efectos de estar a la altura de los requerimientos de una demanda (hacienda trazada) que se perfila con un alto poder de compra y con la vocación de usarlo.

FUENTE: Decisión Ganadera

Compartir en redes sociales