Industria frigorífica, más preocupada por la situación de China que por las retenciones
Si bien el impacto de la suba de retenciones dispuesta por el flamante gobierno kirchnerista de Alberto Fernández todavía no está del todo claro, algunas cuestiones comienzan a insinuarse.
De momento, la suba real prácticamente se duplicó, porque la tasa efectiva en pesos equivalía a un 4,8%, y con su derogación por decreto pasó a 9%. Al cierre de esta edición de Faxcarne, todavía no se había promulgado la ley de emergencia económica que facultaría al Poder Ejecutivo para subirlas al 15%.
Sin embargo, los analistas coinciden en que, si bien los cambios en materia económica traen inquietud en el sector, lo que resulta más urgente es la situación con China.
Según el especialista ganadero y consultor Víctor Tonelli, “las retenciones siempre son malas y afectan, aunque ahora, el mayor problema está en la caída y renegociación de contratos con China, que complica más que las retenciones, pero con un dólar que corra por detrás de la inflación, un dólar financiero que esté 15% a 20% por encima del comercial y las retenciones, habrá que ver cómo queda todo cuando termine la aprobación del mamarracho de hoy, y allí haremos recuento de daños”.
Germán Manzano, gerente general de Cofrigo, coincide en que “China es por ahora el impacto más grande, porque muchas de las ventas de la feria de noviembre no llegarán a concretarse, ya que los importadores sin fábrica no obtienen los fondos de los agentes con licencia (compañías estatales o de algún privilegiado), solo se llevaron a cabo las de los clientes sólidos y estables que tienen recursos propios”, indicó.
“El mercado chino hoy está cerrado en los hechos pues los únicos que están dispuestos a comprar son algunos pícaros que ofrecen US$ 4.000 por el mismo set que alegremente cerraron en US$ 7.000 hace un mes, de modo que solo cabe esperar el panorama post fin de año, y cabe pensar que el nivel normal de actividad llegaría para marzo, espero que con los precios buenos pero no excepcionales de principios de 2019”, indicó Manzano.
No obstante, aclaró que “debemos celebrar que la revolución china ha posibilitado una explosión de inversiones que, de otro modo, no se hubiera dado, y nuestra industria necesitaba para alcanzar niveles razonables de inocuidad y eficiencia”.
Si bien sostuvo que “no todos los incorporados están al mismo nivel”, cree que “indudablemente ha sido un paso adelante y quizás sea posible hacer realidad la integración consumo-exportación que siempre hemos propuesto como el camino natural a recorrer, optimizando mayor volumen, más agregado de valor y, en definitiva, más rentabilidad genuina, sin necesidad de evadir ni incumplir las normas sanitarias, ambientales o laborales”.
La industria podría depurarse con el aumento de las retenciones
Más allá de lo que aún no se sabe sobre las retenciones, hay quienes observan que esta tasa adicional podría provocar una depuración dentro de la industria.
Para Germán Manzano, la suba de las retenciones podría complicar el negocio de los llamados usuarios de faena. “Hoy por hoy, el negocio de los usuarios que compran en Liniers (5% de extracosto), faenan en planta de terceros (US$ 250 dólares adicionales), despostan en esa u otra planta (otros US$ 200 de extracosto), congelan en otra planta (US$ 50 más con fletes cortos para llevar y traer) y todo con el IVA correspondiente, más las ineficiencias en rindes y calidad propias de quienes no tienen personal propio capacitado (que estimo en 5% mínimo) suman alrededor de US$ 900, lo que haría inviable ese negocio de oportunidad, y si no recuperan el IVA, mucho peor”, le dijo a Faxcarne.
“Creo que este proceso de sinceramiento de precios hará que mucho advenedizo que opera sin fábrica y, por lo tanto, sin compromiso con costos fijos de estructura, energía, mano de obra y demás, y también muchas "nuevas" plantas sin verdadera vocación exportadora, se replantearán el futuro. Y los exportadores deberán trabajar mucho cada etapa para que el negocio sea rentable”, agregó.
FUENTE: Faxcarne