Viernes, 16 Julio 2021

Precios: en carne vacuna, dato mata relato

Precios: en carne vacuna, dato mata relato

Con el cepo a la exportación bajaron los valores de la hacienda y las ventas al exterior, pero al público el producto siguió subiendo

 

Desde el 20 de mayo y hasta el 22 de junio el Gobierno cerró cerca del 90% de las exportaciones de a carne vacuna ya que solo dejó afuera de las restricciones a los contingentes conocidos como cuotas (Unión Europea y EE.UU).

A partir del 22 de junio y hasta la fecha bajó al 50% el cupo cerrado. Todo eso con el objetivo explícito de bajar significativamente el precio de la carne a los consumidores argentinos.

De nada valieron todas las explicaciones de los negociadores y de cuanta persona con experiencia y conocimientos en el funcionamiento de la cadena de la carne. Nada de lo que se argumentó con datos y análisis alcanzó para cambiar una decisión que a todas luces partía de argumentos erróneos y que así se alejaban de los objetivos enunciados: “que el aumento del volumen de las exportaciones y la suba de los precios de la carne en el exterior eran los responsables de la significativa suba de los precios para la mesa de los argentinos”.

Los efectos de las medidas impactaron negativamente en todos los ámbitos de la cadena productiva y comercial. Dejaron a miles de trabajadores sin o con poco trabajo impactando de lleno en sus ingresos, pulverizaron la confianza del gobierno en las políticas hacia la producción ganadera con un efecto adverso ya conocido con medidas similares.

Habrá baja del stock y del peso de faena que terminarán con menor oferta a mediano y largo plazo, paralización inmediata de inversiones en los diferentes eslabones productivos, impacto directo en prestadores de servicio y, lo más difícil de recomponer, quiebre de la Argentina como proveedor confiable en un negocio que superaba los US$3500 millones anuales.

Veamos ahora los datos que finalmente se terminaron de confirmar con la información del Índice de Precios al Consumidor publicado por el Indec (IPC nivel general y relevamiento de 5 cortes de carne vacuna) a los que se compara con el precio del Índice del Novillo del Mercado de Liniers (INML) y el precio promedio por kg res entregado en carnicería y publicado por la Cámara de Matarifes y Abastecedores (Camya).

Sin datos oficiales aun, se puede estimar que el volumen de exportaciones se derrumbó en junio en no menos del 35 al 40% sobre los meses precedentes, logró bajar el precio del ganado y el valor de la carne entregada en las carnicerías, pero al contrario de los objetivos que justificaban el cierre de exportaciones el precio de la carne al consumidor no solo no bajo sino que siguió subiendo.

El error cometido por el Gobierno no fue por falta de constancia y claridad de quienes se lo explicaron de mil maneras ni por falta de datos reales que mostraron el desatino de similares políticas que terminaron de similar manera.

Queda por interpretar que la ideología o intereses eleccionarios los llevó a tomar la medida pese a conocer sus resultados. Los datos conocidos muestran con claridad la irracionalidad del cierre de las exportaciones frente a datos reales que demuestran cómo todos pierden.

Mientras los funcionarios se toman su tiempo debatiendo sobre si insistir o corregir el error, todos los eslabones de la cadena se hunden en la ciénaga del desconcierto, el desánimo y el “pobrismo”. Otro dato indiscutible es la decisión de los clientes del mundo que vuelven a considerar a la Argentina como proveedor poco confiable.

FUENTE: Víctor Tonelli - La Nación

 

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