Sábado, 25 Enero 2020

La ganadería venía bien pero se prendieron varias luces amarillas

La ganadería venía bien pero se prendieron varias luces amarillas

Una consultora especializada en agronegocios advierte que los números para los criadores e invernadores ya no son atractivos y que hay turbulencias en un mercado clave: China.

 

El flujo de negocios en la cadena ganadera comienza a trabarse. Un estudio de una consultora especializada en agronegocios advierte que los márgenes de criadores e invernadores -dos eslabones estratégicos- se achicaron y que puede haber problemas en China, el principal mercado de la carne argentina.

“El aumento de costos debido a la inflación va erosionando los márgenes y hoy los números no son atractivos ni para el criador ni para el invernador. Entre marzo y mayo se genera la mayor oferta de terneros y terneras, por lo que en ese momento sabremos la real tendencia de precios del mercado”, avisa el informe de la consultora Zorraquín + Meneses.

El precio del novillo sigue en valores promedio que van de los $85 a los $90 por kilo y el ternero de invernada fluctúa entre los $95 y los $105 por kilo, según su peso y calidad. Son valores similares a los de diciembre. Los vientres preñados, además, oscilan en valores bastante estancados, que van de los $32.000 a los $40.000 según calidad y estado.

 

El negocio exportador sigue operando con buenos márgenes y con una cuota Hilton por arriba de los U$S 10.400 la tonelada. “Pero se generó en diciembre una alerta por las complicaciones con el mercado chino ya que ha disminuido la demanda por tener altos stocks en ese país. Además se han retraído los precios, de los 7.500 dólares la tonelada a 6.000 dólares o menos”, precisa el informe.

Es importante recordar que China es el principal mercado para la carne argentina, con más del 50% de los embarques, y “hay turbulencias por delante", insiste la consultora. “En este contexto el aumento de las retenciones a la carne (hoy en 9%) no parece una buena idea”, plantea la consultora.

Otro tema que preocupa es “la presión” a los frigoríficos y a la cadena de aportes “solidarios”, porque recuerdan a las políticas de intervenciones en el mercado que caracterizó al ciclo 2011-2015.

“Suponemos que no repetirán los mismos errores porque esta industria es competitiva, genera divisas y mucho empleo desde el campo al mostrador. Pero la duda está instalada”, concluye el reporte de la consultora.

FUENTE: Clarín 

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