Sunday, 17 October 2021

Carne: advierten que intervenir el mercado lleva a una menor producción

Carne: advierten que intervenir el mercado lleva a una menor producción

Un especialista en ganadería afirma que “el cepo a las exportaciones es una vieja receta que reafirma que cuando el diagnóstico es malo, el remedio no cura”.

 

Esta semana, el Gobierno habilitó las exportaciones de la “vaca china”, una flexibilización que desde el sector agropecuario se considera insuficiente porque esperaban la apertura total de las exportaciones de carne vacuna.

 
Para los productores ganaderos es una medida escasa, sobre todo para los que vieron morir sus vacas en el campo. Es un castigo innecesario para los criadores y tamberos argentinos de menor escala, cuyos ingresos se recompusieron con la exportación a China a partir de 2016 hasta antes de la llegada del cepo en mayo de este año.

Un conjunto de errores de diagnóstico llevan a que el paciente no mejore, pero en este caso, lo difícil de comprender es que teniendo la información suficiente, el diagnóstico fue erróneo. Y es que cuando se realizan simplificaciones en un negocio de mediano y largo plazo como lo es la ganadería, indefectiblemente se cometen errores que afectan a toda la cadena.

Funcionarios nuevos, viejas recetas

A su regreso de Francia, el presidente Alberto Fernández decidió que había que hacer algo con el precio de la carne y pensó que, tal vez, reproduciendo la misma medida que utilizó Néstor Kirchner en 2006 se iba a lograr el mismo resultado. Intervenir el mercado es una receta vieja que no funcionó del modo esperado.

La carne es algo muy apreciado por los gobiernos argentinos y el oficialismo pensó que cerrar las exportaciones le daría mayor oferta al consumo interno, un concepto que parece razonable y fácilmente defendible. Pero la realidad mata al relato, ya que los propios datos del Ministerio de Agricultura nacional dicen lo contrario.

Si se compara el período enero-septiembre durante el periodo 2018-2021 vemos que el consumo de carne en la Argentina se relaciona más con el crecimiento económico que con el precio del alimento en el mostrador.

Fuente: Ganados y Carnes.
Fuente: Ganados y Carnes.

El gráfico anterior demuestra que la medida afectó en forma directa el empleo de la industria y las actividades conexas: este año es el que ha tenido la menor faena de los cuatro períodos comparados, a pesar de que hasta marzo se rompía el récord del año pasado.

El objetivo del Gobierno era cerrar la exportación y que esa mercadería se vuelque en el consumo interno: fue un grave error no darse cuenta de que los cortes que se exportan no se consumen en nuestro país. El resultado fue una menor oferta y una menor producción ya que sin expectativas no hay inversión y los planteos productivos dejan de ser “de crecimiento” para pasar a ser “a la defensiva”.

Fuente: Ganados y Carnes.
Fuente: Ganados y Carnes.

Si se compara 2020 con lo que va de este año, la caída de la oferta se acerca a las 100.000 toneladas equivalente res con hueso y las exportaciones se redujeron cerca de 50.000 toneladas res con hueso.

Impacto de la nueva segmentación

Las modificaciones de la nueva cuotificación del cupo es un paso adelante porque dará una salida importante a los productores, pero a su vez no genera confianza, ya que continúa la concentración en 25 empresas que antes tenían el 90% del negocio y ahora pasan al 88,5%.

En tanto, el Gobierno negoció con supermercados la entrega de diferentes volúmenes mensuales de carne a precios populares y el último cupo negociado fue de 6000 toneladas por mes hasta el 31 de diciembre, fecha que vence la actual flexibilización del cepo.

Mientras nuestro país produjo 25.000 toneladas de proteína animal menos por mes desde que se cerraron las exportaciones, la mayoría de los argentinos que viven en las grandes ciudades van a tener 6000 toneladas de “carne barata”.

El diagnóstico que se visualiza en el decreto de “incrementar la producción y la comercialización de carne bovina aumentando el peso medio de faena, cubriendo el mercado interno y aumentando las exportaciones” no parece ser el camino que seguirá el oficialismo, porque seguramente seguirá interviniendo el mercado.

Para ello creó la “Mesa de Coordinación del Sector Cárnico” integrada por la cartera de Agricultura, el Ministerio de Producción, el Senasa y la AFIP. Es decir, que un conjunto de funcionarios públicos va a decidir la suerte de los privados que deben afrontar riesgos futuros.

Intervenir los mercados lleva indefectiblemente a una menor producción, no sólo de carne, sino también de cualquier otra actividad donde se regule el margen de ganancias de las empresas, sin hacer nada para bajar el riesgo del negocio.

Esperamos equivocarnos, pero siempre que llovió paró, y siempre que se intervino la producción, cayó.

FUENTE: Andrés Costamagna - TN

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